El de Aquiles es nuestro tendón más potente, pero en ocasiones se rompe. En un 90% de los casos, la rotura es total y esta siempre requiere cirugía. Es fundamental un tratamiento precoz para evitar graves consecuencias. Os contamos los motivos por los que se puede producir esta lesión, sus síntomas y tratamiento.
¿Para qué sirve el tendón de Aquiles?
No solo es nuestro tendón más potente, también es el más largo (puede llegar a medir hasta 15 centímetros). Cumple una importante función. Conecta los músculos de los gemelos y el sóleo a la base del hueso calcáneo -donde se encuentra el talón-, y se encarga de transmitir la fuerza al pie.
Factores predisponentes
El principal factor de riesgo es la tendinitis crónica. Es decir, la inflamación crónica del tendón de Aquiles.
Hay dos franjas de edad con mayor predisposición a sufrir esta lesión. La primera es entre los que tienen 30 y 50 años (especialmente hombres) y su causa suele ser la práctica deportiva. La otra es entre personas de más de 70 años debido al deterioro tendinoso por envejecimiento.
Es más frecuente entre los deportistas amateurs con malos hábitos en el entrenamiento (sobreentrenamiento, errores en el calentamiento, falta de preparación, calzado inadecuado…) y los deportistas profesionales con tendinopatias previas.
Entre los deportes de riesgo, podemos destacar los que incluyen saltos y cambios veloces de dirección como baloncesto, squash, pádel, tenis, running, o fútbol, por citar algunos ejemplos.
La ingesta de quinilonas, el sobrepeso o la diabetes, también son factores de riesgo.
Causas
- La degeneración del tejido del tendón.
- Sobrecarga del tendón. Someterlo a tensiones excesivas reiteradas en el tiempo. Estas pueden ser provocadas por: sobreentrenamiento, uso de calzado inadecuado, sobrepeso, anomalías en el pie (pie plano y cavo)…
- Traumatismo violento.
Síntomas
El principal síntoma es el dolor local intenso y la incapacidad funcional. En ocasiones también se puede escuchar un chasquido o crujido cuando se rompe en tendón.
Cuando la rotura es parcial puede provocar dolor al iniciar una actividad tras el descanso y rigidez matutina.
Tratamiento
La rotura total del tendón de Aquiles requiere siempre cirugía. En la intervención utilizamos un tipo de sutura denominada Bunnell para reparar el tendón.
En menos de 24 horas el paciente recibe el alta hospitalaria. Regresará a su domicilio con el pie inmovilizado en posición de equino (con la puntera hacia abajo). Esta posición se irá corrigiendo en las sucesivas revisiones médicas hasta que el paciente recupere completamente la movilidad en el tobillo.
Los factores de crecimiento se pueden utilizar como tratamiento paralelo al mes de la cirugía para acelerar y mejorar la cicatrización del tendón.
En el postoperatorio será necesario que el paciente realice ejercicios de fisioterapia y harán falta unos 9 meses para la recuperación completa de la lesión.